La luna estaba en el cielo
entre las nubes de plata
vestida de verde olivo,
vestida de nieve maga.
Se había encontrado la Luna
un besito en una caja.
Era un besito de menta,
del color de la naranja;
olía a fresa, a rosal
a canción de mi guitarra.
Y nadie sabía nada.
No lo sabía ni el aire
que nos lleva las palabras.
La luna con aquel beso,
hizo una paloma blanca;
la cubrió de chocolate
y voló sobre sus alas.
¿Adónde vas, Luna, Luna?
le preguntaban las hadas,
los soldados de la guerra,
el gigante Buenasbarbas.
Voy a repartir el beso
por los campos de batalla.
Un tanque se comió el beso,
y el tanque se fue a su casa.
(y se acabaron las guerras,
y los besos fueron balas.)
Un dragón que estaba allí
aplaudía con sus patas.
¿Era el dueño de aquel beso
el dragón de la montaña?
Nos hemos puesto a trabajar...
Primero pulverizamos la luna
Después el beso encontrado en la caja
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